Importancia de las cláusulas de un contrato y sus tipos
Las cláusulas de un contrato son disposiciones o términos específicos que se incluyen en un acuerdo legalmente vinculante entre dos o más partes. Estas cláusulas fundamentan los derechos, obligaciones y responsabilidades de cada parte en relación con el objeto del contrato y cualquier otra cuestión relevante.
El fin de las cláusulas contractuales es definir los términos y condiciones del contrato para proteger los intereses de cada parte. Pueden incluir información sobre el plazo del contrato, los pagos y la forma en que se realizarán, los derechos de propiedad intelectual, las obligaciones de confidencialidad o la resolución de disputas, entre otros aspectos claves del acuerdo.
De ese modo, pueden servir como una herramienta valiosa para resolver disputas en caso de que surjan diferencias entre las partes durante la vigencia del acuerdo.
Si deseas conocer más sobre la importancia de las cláusulas de un contrato, sus tipos, buenas prácticas para redactar contratos y el papel de un software CLM en la gestión de contratos, te invitamos a leer hasta el final este material.
¡Buena lectura!
Importancia de las cláusulas de un contrato
La importancia de las cláusulas contractuales se basa en los siguientes aspectos:
- Definen las obligaciones y responsabilidades de cada parte: esto asegura que las partes involucradas comprendan sus responsabilidades y lo que se espera de ellas en el marco del acuerdo.
- Previenen disputas y malentendidos: al establecer claramente las expectativas de cada parte, evitan errores y malentendidos que pueden llevar a disputas y costosos litigios.
- Protegen los derechos e intereses de las partes: cuando se establecen las condiciones del acuerdo, las partes pueden protegerse de posibles daños y pérdidas.
- Proporcionan seguridad jurídica: en caso de que surja una disputa, las cláusulas contractuales pueden ser utilizadas para resolver el problema.
- Cumplimiento legal: las cláusulas contractuales deben cumplir también con las leyes y normas aplicables. Esto asegura que el contrato sea legalmente válido y aplicable en un tribunal de justicia.
En síntesis, las cláusulas de un contrato son esenciales para garantizar que las partes comprendan sus obligaciones y responsabilidades, prevenir disputas y proteger los derechos e intereses de las partes involucradas.
9 tipos de cláusulas contractuales
Existen diferentes tipos de cláusulas que pueden aparecer en los contratos. A continuación, desarrollamos las más comunes:
1. Cláusulas esenciales
Se consideran cláusulas esenciales a aquellas que se refieren al objeto o materia del contrato, las obligaciones de las partes, el precio, el plazo y la forma de pago. Es decir, son aquellas sin las cuales el acuerdo no tendría sentido o no cumpliría con su finalidad.
2. Cláusulas naturales, sustitutas o tácitas
Son las disposiciones que, aunque no estén expresamente establecidas en un contrato, se entienden incluidas por ley o por la costumbre del sector o de la localidad en la que se realice el acuerdo.
Por ejemplo, en algunos países existen leyes que garantizan ciertas condiciones de trabajo, como un salario mínimo, horarios máximos de trabajo y vacaciones remuneradas, entre otras. Estas condiciones son cláusulas contractuales naturales que, aunque no se mencionen específicamente en un contrato de trabajo, se consideran parte del mismo.
3. Cláusulas accidentales
Son las cláusulas de un contrato que se añaden para establecer condiciones específicas o situaciones particulares que no están contempladas en las disposiciones estándar del mismo. Este tipo de cláusulas suelen redactarse de manera específica y detallada para evitar malentendidos o conflictos entre las partes.
Pueden ser negociadas y acordadas entre las partes antes de la firma del contrato, o pueden ser agregadas posteriormente mediante un acuerdo adicional.
4. Cláusula penal
Es una disposición que se incluye en un contrato para establecer las consecuencias que se derivarán en caso de que alguna de las partes incumpla las obligaciones asumidas en el mismo.
Esta cláusula fija una cantidad de dinero o alguna otra obligación que la parte que incumple deberá pagar a la otra como indemnización por los daños y perjuicios causados.
5. Cláusula de inclusión de extranjeros
Es un término que se incluye en un contrato y que establece que el empleador se compromete a no discriminar a los empleados por su nacionalidad o estatus migratorio.
En otras palabras, esta cláusula garantiza que los extranjeros tendrán los mismos derechos y oportunidades que los ciudadanos locales en el lugar de trabajo.
También puede ser utilizada en otros tipos de acuerdos, como contratos de arrendamiento, para garantizar que los extranjeros no sean discriminados en el acceso a la vivienda u otros servicios.
6. Cláusula normativa
Es una disposición que se incluye en un contrato para hacer referencia a una norma legal o reglamentaria que regula el objeto del contrato o cualquier aspecto relacionado con el mismo.
Estas cláusulas de contrato se usan para incorporar al acuerdo disposiciones legales que resulten aplicables, sin necesidad de detallarlas en el mismo.
7. Cláusula de arbitraje
Es un acuerdo entre dos o más partes que establece que cualquier disputa o controversia que surja entre ellas será resuelta a través de un proceso de arbitraje, en lugar de recurrir a los tribunales.
Esta cláusula fija los términos y condiciones del proceso de arbitraje, incluyendo quién será el árbitro o el panel de árbitros, el lugar del arbitraje y las reglas que se seguirán durante el proceso.
8. Cláusula de exclusividad
Establecen que una de las partes tiene el derecho exclusivo de proporcionar ciertos bienes o servicios, y que la otra parte no puede hacer negocios con competidores directos.
9. Cláusula de confidencialidad
Disponen que la información brindada en el contrato debe ser tratada como confidencial y no puede ser revelada a terceros sin el consentimiento de ambas partes.
Buenas prácticas para redactar contratos
Redactar un contrato es una tarea importante y delicada que requiere un conocimiento detallado de las leyes aplicables y de las cláusulas que deben incluirse para proteger los intereses de todas las partes involucradas.
A continuación, te compartimos algunas buenas prácticas que pueden ayudar a redactar un contrato efectivo y justo para todas las partes:
- Claridad y concisión: el contrato debe ser fácil de entender para todas las partes involucradas. Las cláusulas deben ser escritas de manera concisa y en un lenguaje sencillo y claro.
- Especificidad: el contrato de ser específico y detallado en función de los términos y condiciones acordados por las partes. Esto incluye los plazos, las obligaciones de las partes, los precios y las garantías.
- Precisión: debe ser preciso en términos de fechas, números, nombres y direcciones. Cualquier error en estos detalles puede llevar a una interpretación incorrecta del contrato y ocasionar disputas.
- Coherencia: el contrato debe ser coherente y consistente en términos de la redacción y el formato. Esto facilitará su interpretación y comprensión.
- Evitar ambigüedades: las cláusulas del contrato deben ser lo suficientemente claras como para que no haya ninguna duda sobre su significado.
- Revisión legal: el contrato debe ser revisado por un abogado para asegurarse de que cumple con las leyes aplicables y que todas las cláusulas son justas y equitativas para todas las partes involucradas.
- Firmas: las firmas de todas las partes involucradas deben estar presentes en el contrato. Esto asegurará que todas las partes están de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en él.
- Guardar una copia: es importante que cada una de las partes involucradas tenga una copia del contrato para futuras referencias.
El papel de un CLM en la gestión de contratos
El papel de un software de gestión de ciclo de vida de contratos o CLM (Contract LIfecycle Management, por su traducción al inglés) es fundamental para maximizar la eficiencia y eficacia de los procesos contractuales, desde la fase de negociación hasta la terminación del mismo.
Con Docusign CLM puedes automatizar y estandarizar los procesos de gestión de contratos, lo que permite a las empresas ahorrar tiempo y reducir errores. Además, permite centralizar toda la información relacionada con los contratos en una sola plataforma, lo que facilita su gestión y seguimiento.
Entre las funciones que realiza un CLM en la gestión de contratos, podemos destacar:
1. Creación de contratos
Permite a los usuarios crear contratos a partir de plantillas predefinidas, lo que garantiza la uniformidad de los acuerdos y la eficiencia del proceso.
2. Negociación
Facilita la colaboración y negociación entre las partes interesadas, reduciendo los tiempos de negociación y los errores en la comunicación.
3. Firma electrónica
Permite a las partes firmar los contratos de forma electrónica, agilizando el proceso de firma, contribuyendo con el cuidado del ambiente y reduciendo los costos asociados a la impresión y envío de documentos.
4. Gestión de cambios
Facilita la gestión de los cambios en los contratos, como la modificación de determinadas cláusulas contractuales, la renegociación de términos o la extensión de plazos.
5. Alertas y recordatorios
Permite programar alertas y recordatorios sobre las fechas clave del ciclo de vida del contrato, como renovación, terminación o revisión.
¡Llegamos al final!
¿Todo listo para agilizar el ciclo de vida de los contratos en tu empresa? Te invitamos a entrar en contacto con nosotros para que conozcas las herramientas tecnológicas que te ayudarán a optimizar la gestión de contratos. ¡Será un placer atenderte!